Me acerco con la
calma de mi cautela, a la dulce esfera de tu presencia, para dejarte sobre tus labios la
delectaci�n de mis besos.
Con el amor que desea tu cari�o, recorro los lugares ocultos de tus anhelos, regando
caricias entre tus formas sutiles de mujer
Desciendo por la suave textura de tu espalda recubriendo la sequedad de tus deseos con la
humedad de mi cari�o.
Me entretengo en los proximidades de tu coraz�n, que me saluda con sus latidos agitados,
y doy c�rculos alrededor de la fuente de vida que se oculta en tu pecho.
Beso tus labios rojizos, acariciando tus pensamientos de amor, y respondes con los
suspiros emergentes de tu aliento, que piden la corporificaci�n de mi cari�o, que ama
sin limitaci�n a tu cuerpo y el esplendor de tu alma.
Bebo el n�ctar celestial de tu boca, tramo a tramo, gota a gota, para que comiencen
nuestros amores, decorados por la luz de tu sonrisa cuando comienzas a ser amada.
Mis manos navegan en la formidable silueta de tu cintura, y mis
palabras destilan sutilezas en mi voz, que te acarician por tus sentidos, d�ndole
colorido a las sensaciones emergentes de nuestro amor.
Las luces de la luna reflejan a tu alrededor las emociones omnipresentes que fluyen de tu
alma, que me permite contemplarte en la penumbra, sembrando alabanzas a mis sentidos.
Tu perfume a mi alrededor me atrae m�s aun a ti, m�s mi coraz�n me pide que te ame, sin
motivo m�s que la excelsa emoci�n que prodiga tu entera existencia ante mi mirada, que
te contempla extasiada por tu belleza.
Y me detengo un instante para observarte tan perfectamente hermosa, tanta turgente
magnanimidad sobre tu piel iluminada con gotas de luz de luna, que me recuerdan que
tengo entre mis brazos, la belleza del alma de una mujer y el cuerpo perfecto de mi amada.
Por los
momentos sublimes de tu amor, mi coraz�n te agradece y mis deseos por complacerte emergen
magn�nimes en ese instante, la sensaci�n por quererte se transforma en voluntad, para
que sientas en tu alma la plet�rica complacencia de mi cari�o.
Sobre la imponente naturaleza de tu forma arm�nica, reflejan en tu piel los haces
luminosos de esta c�lida madrugada, mientras mis besos buscan el n�ctar de tu cuerpo,
para que se alimenten mis pensamientos de amor.
Decoro todos los alrededores de tu piel, con besos suaves y calmos, con mares de pasi�n
riego la c�lida llanura de tu eur�tmica naturaleza.
Para que la brisa de tu aliento se transforme en un suspiro de placer, yo recorro
tiernamente las fuentes en tu pecho, bebiendo el enigma de tus anhelos, y caigo en la
naciente sensaci�n de tu deseo, para darle vida a tus sue�os de mujer.
Se eleva el torrente de aire emergente de tu dulce boca, tu coraz�n sacude tu pecho y yo
flotando en el cielo de tu magnanimidad, beso sin posible discontinuidad el centro mismo
de todos tus placeres, para honra eterna de tu alma y refugio perpetuo de nuestro amor.
Dando comienzo a nuestra vida y regal�ndote la prueba inmanente, que florecen los
sentidos de nuestro amor de las sensaciones excelsas que recorren tu cuerpo colmado de los
m�ximos placeres que en tu piel tendr�s como mujer.
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