Tu
mirada no me toca, escapo de tu espacio verdadero y yo certero buscador de
existencias, voy siguiendo las miradas elegantes para que devuelvan mi
presencia al predominio de tus ojos luz del cielo.
Tu
boca que no me llega, es la exacta frontera para mis destinos del
crep�sculo, buscando siempre ese sol poniente que me lleva hacia tus
besos.
Tus
suspiros que no siento, son s�lo el deseo contenido de mis besos, que
desperdigo en tu cuerpo, supremo para�so terrenal de todos mis sue�os.
Tus
manos que no me abarcan, son la fuente que prevalece de emociones
contenidas, y voy pensando en tus caricias, cuya brisa vespertina traer�
consumaci�n suprema a nuestro sue�o apasionado.