Decir
te quiero, no es suficiente para saber cuanto te quiero. Es necesario sentir ese
cari�o verdadero y ese amor palpitante. Es demostrarte, cual sutil caminante,
que necesito tu camino y tu destino. Es ahondar en tus esperanzas y
comprenderlas, en su emergente prodigalidad. Es extra�ar la gratitud
esplendorosa de tu presencia, y el delicado brillo que se escapa de tus ojos. Es
ansiar esas manos tan delicadas, que se proyectan hacia m�, en un calmo
derroche de cari�o. Es sentirme privilegiado por ser destinatario del afecto de
una mujer tan delicada y cari�osa. Decir te quiero, no es solamente sentir que
tengo que dec�rtelo, es tambi�n abarcar el universo entero, por s�lo apreciar
el brillo de tus ojos al verme. Es sentir que no puedo evitar que el simple
recuerdo de tu sonrisa se sumerja en todos mis d�as. Es pronunciar tu nombre,
cuando m�s quiero que t� te acerques a la soledad de mi vida. Es pensar
constantemente en esa m�gica hora, en que nuestras voluntades coordinen ese
definitivo momento, en que se producir� nuestro nuevo y esperado encuentro.