Mi coraz�n pide a tu coraz�n, y yo quiero todo tu cuerpo, quiero toda tu alma.
Quiero la latencia distante que me desangra, la locura intemperante que con fervor te reclama.En la ma�ana despierto pensando con el fuego en el alma, y aunque hace calor el hielo de tu distancia me desarma.
En la textura de tu recuerdo veo la �nica luz por la cual vivo sin calma.Aunque miles de temores destruyan mi raz�n, yo deseo tu coraz�n, y no pondero el valor que hace falta para tenerlo hoy.
Aunque silencios cubran el desierto de mi pasi�n, yo calcino el miedo a tu voz, para alcanzar en un acto sublime de mi devoci�n, la m�sica perenne que no tengo y deseo con inusitado fervor.
Nuevamente mi silencio te busca en la pasividad del estentor, para que en esta conflagraci�n de pesares, yo renazca de los infinitos anhelos que cubren sin brillos, todo el cielo y espero sereno el momento en el cual detenga el viento, en un sutil instante con la fuerza intemperante que contengo en el amor, entonces volcar� en tu alma indefensa ante mi valor, con absoluta abnegaci�n el perpetuo influjo de todo el afecto que guardo en la esencia de mi coraz�n.